Letras infundadas.

No encuentro salida a estas cuatro paredes, ni a nada de lo que nos rodea. Parece irónico que ahí fuera estés tú, esperándome, cuando sabes de sobra que no quiero salir, que estoy enamorada de las esquinas, incluso del desorden del que quiero que formes partes. Asustada sólo de pensar en lo que hay fuera, en lo que nos queda por vivir, por luchar, pero sobre todo por soportar. Espero que comprendas que no siempre he sido así, que deseaba salir, olvidarme de estos tabiques y ver más allá de lo que me ofrecen los cristales de esta fría ventana, pero no puedo, este no es el momento.