Siempre quise tenerte, y ahora que te tengo no sé qué hacer contigo.


PD: Muchísimas gracias a Chica Gris por los premios,
espero poder entregarlos esta semana :)

D.

¿Que qué haré al verte?

Correr hacia tus brazos y una vez en ellos, besarte hasta quedar sin respiración. Parar para sonreir, y al perderme en la profundidad de tu mirada, decirte que... te quiero.



La distancia no será un problema,
tú eres lo que quiero,
y lucharé por ello, lo sabes.


Besos con sabor a fresa

Siempre he querido que pidieras todo lo que quisieras de mi, el dártelo o no ya corre a mi cuenta, pero al menos sabría lo que esperas. Si quieres besos, tendrás abrazos, si quieres cariño, tendrás placer... problamente te dé mucho más de lo que pidas.
Lo que me falta por decirte despues de tanto tiempo, es que yo tambien pido, aquí te dejo algunas peticiones, consejos, y pasos a seguir:

Cuando intentes despertarme no me muevas con la mano como si fuera una "cosa", acariciame lentamente el brazo, susurrame "Cariño, es hora de levantarse" y con un beso en la frente, márchate a preparar, necesitaré que el espejo esté disponible cuando llegue mi hora de decidir qué color me sienta mejor . No me gusta levantarme y encontrarme todo oscuro y solo, por lo que me gustaría que me esperaras desayunando para poder tomar zumo de naranja, juntos. No me preguntes si tengo mucho trabajo, limitate a decir que me echarás de menos, desde ese momento, sobrarán las palabras durante la mañana.
 Como despedida un beso y tu mano en mi cintura en un intento por no dejarme ir.
Espero no verte hasta media tarde, al menos no diariamente, ya sabes que no me gusta la rutina y no quiero que tú formes parte de ella.
Como merienda... besos con sabor a fresa, otras veces con sabor a limón, acompañados de café con hielo para calmar el ambiente.
No pido más hasta despues de cenar, cuando ya no pueda más y solo tenga ganas de ti. Unos días me abrazarás fuerte y me dejarás dormir en tus brazos, otros, harás vibrar cada poro de mi piel para despues dormir a tu lado.
(Antes o después, incluso a la mitad, podrías hacer hueco a algún te quiero, no lo fuerces, estoy segura de que se escapará solo.)


...Nada con importancia... solo que hoy estaba caprichosa.

Esta historia no es mía, es de una de las personas más importantes de mi vida, mi padre.

Como le pasará a casi todo el mundo... tambien discuto con él, pero siempre ha sido un ejemplo a seguir, alguien al que imitar.. Y es que siempre he "envidiado" su forma de ser, de actúar, su fuerza y coraje ante todas las cosas, y sobre todo su forma de querer. No es de los típicos que está todo el día diciendo "te quiero, cariño" o dándome achuchones, siento que a veces es demasiado duro para hacerlo, pero nunca me ha faltado su cariño, nunca olvidaré todas las noches que antes de irse a dormir, pasaba por mi habitación a arroparme y darme un beso de buenas noches, o lo que me decía cuando todavía no sabía casi ni hablar: "Te quiero más que granitos de arena hay en el desierto de Libia".
Tampoco quiero enrollarme mucho más, todo esto viene a que.. de alguien tuve que "heredar" la forma de querer.. A mi padre le encantaba escribir, y por la distancia y otras circustancias mis padres estaban separados, por lo que se escribían siempre que podían, y para que negarlo, mi padre lo hacía realmente bien. Este pequeño fragmento lo encontré en una de sus cartas, quizá no tenga el vocabulario más adecuado ni la forma de expresarlo sea la más correcta, pero no pude evitar que me gustara.. y por eso quiero compartirlo aquí:

Aquellos lugares recorridos en la vida:
Angers, Boordeaux, Géneve, Estambul, Venecia... Tantos,
tantas anécdotas, simples sin ti,
recordándome "solo", solitario y alocado a veces.

Tambien, a veces, compongo aquellas ciudades,
paisajes, viajes o aventuras,
compuesto todo, soñando en ti.

A veces por ti, o por mi (mejor por ambos),
apenado por las ausencias pasadas, enmudezco;
triste por las presentes lloro en mis silencios,
son rabietas de un niño que madura,
que te estima y echa de menos,
y que a veces, le da miedo ser mayor.

Siempre a veces, o muchas veces,
se sabe o se intuyen sentimientos
y soñamos como humanos,
y como amantes nos amamos.

Y este tinglao lo he montado
para decirte que te amo,
que no es poco, bien lo sabes.

No necesito metrónomo, hoy voy sin pulso, a tu compás

Hoy el ritmo lo ponemos los dos.
Agárrame la mano, fuerte, enlaza mis dedos con los tuyos, ¿Ves? Puedo jugar con ellos como con las teclas de mi piano, ahora más fuerte, quiero que tu mano viaje con la mia hacía mi pecho, ¿Lo sientes? Mi corazón palpita, se oye, te quiere, y ahora más que nunca.
Será inevitable no aferrarme a tu cuello, y tu, a mi cintura. Abrázame, pero despacio, quiero sentir cada parte de tu cuerpo. Ahora quieto, siento tu respiración en mi cuello, está perdida... Tu boca, nerviosa, pide la mia en silencio, llevan tiempo esperándolo, les gusta, se rinden... Susurras que no puedes más, y me tumbas en el sofá, mi cuerpo se prepara, no aguanta más, te desea, y ahora más que nunca.

Lo haremos sin ritmo, a contratiempo, hoy romperemos con todo, menos con el deseo.
Noche, fiesta y alcohol. En estos últimos meses en eso se basaba mi vida.
Me levanté, como todos los días, con la cabeza dando vueltas y mis pies doloridos por los tacones. Siempre me prometía que esa sería la última noche, pero nunca lo cumplía.
Mi vida se había hecho aún más monótona que antes, que hace un año, para ser más exactos, que fue cuando mi novio me dejó. Le echo a él la culpa de todo esto, todavía me pregunto como sonrío al recordar lo que paso;
…me “mataba” a trabajar para costearnos nuestros más tontos caprichos , mientras él “trabaja en casa”, era escritor, por lo que su trabajo le permitía hacerlo, y para abreviar, digo “trabajar” por  que el oficio que mi ex pareja desempeñaba era trabajarse a mi mejor amiga. Ahora tienen un niño de 8 meses y viven en Holanda.

Mi relación con los hombres desde ese momento se basó en el sexo y nunca repetía con ninguno de ellos… Hasta que hace un mes apareció El. Rastas, barba y algo hippy digamos que no era en lo que yo me habría fijado anteriormente…
Todos los días frecuentábamos el mismo lugar solo para vernos, no hablábamos, nos pasábamos la noche mirándonos, y a mí, me ponía. Las miradas pasaron a ser sonrisas y pequeños gestos de complicidad, hasta que una noche, se acercó, me agarró de la mano y me sacó de ese antro. Nos montamos en su coche y sin mediar palabra llegamos a la cima de una pequeña colina desde la que se podían ver las estrellas, tampoco allí nos dirigimos palabra, entre nosotros dos, sobran. Y así nos pasamos las noches, bebiendo y bailado hasta el amanecer, en el lugar de siempre…
Es una relación algo extraña, a veces hasta absurda, no nos hemos llegado a tocar, pero ahora mismo no me veo sin él por las noches. Y no, no sé su nombre, pero a decir verdad, tampoco me importa.