Cerrar puertas también puede ser bueno.

'Si hemos llegado a este punto ha sido porque tú has querido' y esas son las palabras que escuché antes del portazo. No me hizo sentir culpable. No recuerdo nuestro último beso, ni me acuerdo de él, y es que ya sólo éramos sombra, la sombra de lo que una vez fuimos y jamás volveremos a ser.